Amo las sesiones familiares porque siempre se trata de la vida cotidiana y de emociones reales.
Es la historia de cómo el tiempo pasa rápido, los chicos crecen y lo importante que es guardar en la memoria un día de la vida de la familia.
Voy a tu casa o salimos a dar una vuelta, vos vivís tu día y yo lo registro con la cámara.
Simplemente miro de reojo y saco fotos sin que se note, mientras charlamos, nos reímos, mientras preparan el desayuno, juegan a su juego favorito o le dan de comer al bebé.
Es solo un día más en su vida, pero yo filmo una película sobre ese día y sobre su familia.